Rolls-Royce presenta Black Badge: Una expresión de estilo de vida misterioso y al límite
La marca líder mundial en el mercado del lujo automotriz se dirige esta vez a sus clientes más misteriosos, enérgicos y exigentes, con una propuesta personalizada que transforma sus modelos Ghost y Wraith.
Rolls-Royce ha exhibido una vez más sus credenciales como marca líder mundial de auténtico lujo, transformando los mismísimos iconos de su marca para entrar en un lado más misterioso de su carácter, más acorde a esta especie de gente de éxito. El resultado es Black Badge.
El alter ego de una nueva especie de cliente Rolls-Royce
Black Badge se dirige a los más misteriosos, enérgicos, confiados y exigentes de estos clientes. Como respuesta realmente personalizada, o Bespoke, a sus deseos, la interacción entre marca y cliente ha tenido un efecto transformador sobre la apariencia y la esencia de los Rolls-Royce Ghost y Wraith. Los resultados son el Ghost Black Badge y el Wraith Black Badge.
«Hoy les anuncio que Rolls-Royce Motor Cars va a crear una serie Bespoke permanente de vehículos para un grupo de jóvenes hechos a sí mismos y decididos, que desean hacer una declaración atrevida y arriesgada sobre sus vidas», afirmó Torsten Müller-Ötvös, presidente y director ejecutivo de Rolls-Royce Motor Cars. «En una colaboración sin precedentes con estos nuevos clientes, Rolls-Royce ha creado Black Badge, lo máximo en estilo de lujo puro y en ingeniería con esencia. Desde el punto de vista técnico y estético, Black Badge es el alter ego de los Rolls-Royce Wraith y Ghost: más misterioso, enérgico, confiado y poderoso, y más exigente. Con Black Badge hemos creado la presencia más poderosa en el panorama del superlujo. Es un momento realmente transformador para nuestra gran marca».
Giles Taylor, director de diseño de Rolls-Royce Motor Cars, explicó: «Al crear Black Badge, somos conscientes de satisfacer los diferentes deseos de estos nuevos clientes. No solo pidieron una imagen distinta para ellos mismos, también que viniera avalada por la genuina esencia de la ingeniería de RollsRoyce. El resultado es que el espíritu Black Badge se plasma en una serie de elementos de cuidado diseño que transmiten una sofisticación opulenta y enigmática. Las mezclas de materiales y tonalidades se adecuan al gusto de clientes vertiginosos que adoptan posturas disonantes ante los desafíos más sutiles de la vida».
Con este manifiesto como punto de partida, los diseñadores, los ingenieros y los artesanos de Rolls-Royce se pusieron a trabajar en transformar el Ghost y el Wraith de formas sutilmente diferentes. Su intención fue producir versiones Black Badge más misteriosas, más enérgicas y más decididas que se diferenciaran tanto entre sí como de sus hermanos de gama. El resultado son dos coches que a primera vista ofrecen pistas visuales comunes y muy distintivas de su carácter. Aun así, bajo la superficie habitan dos bestias de la noche muy diferentes.