YOSHISUKE AIKAWA, MUCHO MÁS QUE EL FUNDADOR DE NISSAN
E ejecutivo cambió el rostro de la industria automotriz nipona para siempre. Impulsó y posicionó la producción de vehículos ciento por ciento japoneses en un momento en que ese mercado era dominado por grandes marcas occidentales.
Yoshisuke Aikawa nació el 6 de noviembre de 1880 en la aldea de Oouchi (ahora la ciudad de Yamaguchi). Graduado de la Sección de Maquinaria del Departamento de Ingeniería de la Universidad Imperial de Tokio (ahora Universidad de Tokio), en 1928 se convirtió en presidente de Nihon Sangyo, que significa industria japonesa y de donde se deriva el nombre «Nissan». Después de dejar su puesto en Nissan Motor por entrar a la política – se le eligió como miembro de la Cámara de Representantes de Japón-, regresó al mismo cargo en 1939.
Aikawa fue uno de los grandes empresarios y también una gran figura entre las autoridades de su país, a pesar de que nunca aspiró a ser político o empresario. Después de egresar de la escuela secundaria, se graduó de Ingeniero en 1903.
Mientras asistía a un curso de postgrado, decidió emplearse como mecánico, recibiendo solo 45 centavos por día en Shibaura Seisakusho (ahora Toshiba) y sin revelar sus antecedentes académicos. Aikawa podría haber elegido cualquier cargo o empleo que quisiera, pero no hay duda de que haber conocido el proceso de fabricación al revés y al derecho, fue un factor que contribuyó al éxito posterior de sus operaciones de producción.
Más tarde Aikawa viajó a Estados Unidos, donde consiguió trabajo como mecánico en una fábrica de hierro fundido maleable perteneciente a Gould Coupler Co. para aprender tecnologías y técnicas. El metal fundido japonés tenía sus raíces en la estatua del Gran Buda de Nara y en aquellos días era duro, pero se rompía fácilmente. Aikawa cruzó el Pacífico porque se dio cuenta de que fabricar hierro fundido maleable, que se pudiera moldear en formas complejas y que fuera difícil de romper, era una tecnología esencial que la industria japonesa necesitaba.
A pesar de que notó el potencial ilimitado de la industria del automóvil en Estados Unidos, decidió regresar a Japón para fabricar juntas maleables utilizando la tecnología que ya dominaba. Fue así que fundó Tobata Imono -precursor de Hitachi Metals de hoy- en 1910, en la actual ciudad de Kitakyushu. Llamó a la marca Hyotan, o calabaza, con el objetivo de crear superficies de unión tan planas como las de una calabaza, lo que resultó ser un gran éxito.
La Fundición Tobata Imono utilizó el primer horno eléctrico de la industria. Cuando fundó varias compañías y compró otras, Aikawa comenzó a ser reconocido por su capacidad como un joven y dinámico empresario.
En 1928, se le ofreció la oportunidad de liderar la reestructuración de Kuhara Kogyo. Aunque en un principio se resistió a aceptar, finalmente la abordó con todo su conocimiento y experiencia. Se convirtió en el presidente de la compañía ‘enferma’ y la renombró Nihon Sangyo.
La práctica general en ese momento era dar a una empresa el nombre de la familia que la poseía o la administraba, pero Aikawa evitó deliberadamente coronarla con su propio nombre. Este enfoque se basó en su creencia de que la compañía pertenecía a sus accionistas en todo Japón y, como tal, debería contribuir al bienestar de la sociedad japonesa y al interés público.
Aikawa reestructuró a Nihon Sangyo para convertirla en una empresa pública y estableció el conglomerado Nissan Konzern, poniendo a Nihon Kogyo, Hitachi, Nissan Chemicals y Nihon Life Insurance bajo el paraguas de Nissan.
Nihon Sangyo creció hasta convertirse en un gran grupo comparable en tamaño y estatus a Mitsui, Mitsubishi y Sumitomo, pero fue muy diferente de los otros grupos corporativos. Los otros conglomerados eran de naturaleza conservadora, pertenecientes y controlados por familias, pero Nihon Sangyo tenía características modernas. Sus compañías eran públicas, con su capital pagado por accionistas anónimos a quienes las ganancias eran devueltas. Este fue el verdadero valor que Aikawa infundió en su grupo corporativo y su liderazgo provocó cambios revolucionarios en la gestión de la empresa japonesa en esos años. Además, estaba a la vanguardia en la colocación de personas con experiencia en ingeniería en las primeras posiciones en sus empresas.
Iniciando la década de 1930, Yoshisuke Aikawa marcó un verdadero hito en la industria automotriz japonesa, al recorrer en automóvil desde Osaka a Tokio, casi 500 km., para desafiar lo establecido. Hasta ese entonces se podía encontrar algunos caminos pavimentados en las ciudades, pero la mayoría de las calles estaba cubierta de arena, y los ferrocarriles se habían convertido en el medio de transporte favorito, especialmente para viajes de larga distancia.
Esta idea de conducir una distancia tan larga y sin inconvenientes fue un éxito, pero lo que marcó un hito sin precedentes fue que el vehículo utilizado para este desafío no era de origen estadounidense, sino un automóvil genuino hecho en Japón llamado Datson, el precursor de Datsun.
Precisamente en esos años el Ministerio de Comercio e Industria estaba promoviendo la producción de automóviles japoneses con creciente vigor. Aikawa juzgó que era el momento adecuado y fundó Jidosha Seizou KK, en Yokohama el 26 de diciembre de 1933, conjuntamente con Nihon Sangyo y Tobata Imono.
En la primera junta de accionistas, celebrada el 30 de mayo de 1934, Jidosha Seizou KK pasó a llamarse Nissan Motor Co. Ltda., ya que se convirtió en una subsidiaria de propiedad absoluta de Nihon Sangyo. Ese fue el nacimiento de Nissan Motor, cuyo nombre deriva de la empresa matriz: Nihon Sangyo, que significa industria japonesa.
Ese año Nissan obtuvo un enorme terreno -661.200 m2 en Yokohama- para construir una instalación de producción de vanguardia; una importante línea de producción de Datsun, con un volumen de 940 unidades. Mucho más que las 202 unidades fabricadas en 1933 en la planta de producción de Osaka.
En 1935, cuando se completó una línea transportadora de 70 metros de largo, comenzó la fabricación integrada del chasis y la carrocería, gracias a lo cual la producción anual alcanzó las 3.800 unidades. La producción aumentó a 6.163 unidades en 1936 y 10.227 unidades en 1937, convirtiendo a Nissan en el mayor productor de automóviles en países asiáticos, entre las compañías financiadas con capital japonés.
De esta manera, Nissan comenzó a exportar automóviles, aunque de forma muy acotada al inicio. En mayo de 1939, Aikawa se convirtió en el presidente de la compañía y cumplió su ambicioso sueño de que Nissan fuera conocida en la industria mundial.
En 1943, Aikawa creó una organización para apoyar a pequeñas y medianas empresas, financiada por las compañías miembro del Grupo Nissan, y se convirtió en el presidente. A partir de ese momento estuvo totalmente comprometido a promover las actividades comerciales de las PYMES.
Después de la guerra, las grandes empresas y los agricultores se beneficiaron de las políticas gubernamentales de varias maneras, pero las pymes no tuvieron más remedio que operar en condiciones comerciales anticuadas. Aikawa creía que ellas sustentaban las bases industriales de Japón. En 1953, elegido miembro de la Cámara de Consejeros, formó el Comité de Investigación de Planificación de Carreteras y se convirtió en su presidente.
Después de eso ocupó muchos cargos importantes, incluso como presidente de la Asociación Nacional de PYMES, asesor principal del gobierno en Economía, miembro del Consejo de Planificación Industrial y presidente honorario de la Universidad de Tokyo. Además, fue honrado con un Gran Cordón de la Orden del Sagrado Tesoro.
Aikawa murió en 1967 a los 86 años, tras una vida de servicio y grandes logros en medio de tiempos tormentosos.