“En Chile se apoya muy poco al deporte, por lo que hemos tenido que levantar bajo nuestros propios medios la manera de sostener mi carrera en el automovilismo”
En “Visión de Líderes” de Itaú, el joven deportista reveló alguno de los hitos más importantes de su carrera, preparación, apoyo familiar y relación con el emprendimiento, lo cual le ha permitido seguir luchando por su sueño de llegar a la Fórmula 1.
En una nueva edición de “Visión de Líderes” de Itaú, el piloto chileno de Fórmula 3 y emprendedor de tan solo 16 años, Nicolás Pino, contó detalles de su trayectoria en el mundo del automovilismo a nivel competitivo, pasión que lo llevó también a desarrollar los proyectos NP78 y CryptoSport, ambos ligados al mundo del deporte.
“En Chile se apoya muy poco al deporte, por lo que hemos tenido que levantar con nuestros propios medios la manera de sostener mi carrera en el automovilismo. Con esa motivación estamos desarrollando NP78, iniciativa que pretende generar valor a ciertas marcas, la cual busca inversionistas y sponsors que pudieran apoyar esta carrera”, explicó el corredor.
Asimismo, aseveró que “ha sido difícil encontrar financiamiento. Hemos presentado el proyecto a muchas personas y continuamos trabajando para poder encontrar a nuevos inversionistas que se pudieran ver interesados. Hemos sufrido decepciones, pero seguimos adelante”.
Junto con esto, Nicolás Pino también lleva a cabo otro proyecto en la línea deportiva, CryptoSport, iniciativa tecnológica creada para brindar financiamiento a distintos deportistas alrededor del mundo, ayudándolos a cumplir sus sueños.
A pesar de su corta edad, el deportista ya tiene una larga relación con el automovilismo. Comenzó desde muy pequeño corriendo en Karting, después se fue a Europa y con 14 años ya estaba viviendo sin su familia en Londres. Actualmente, prepara su etapa en la Fórmula 3 europea, antesala de la Fórmula 2 y de las dos principales categorías: la Fórmula 1 y la Fórmula E.
Muchas situaciones han marcado su carrera, aunque fue en agosto de 2018 cuando el joven piloto viviría una experiencia que lo llenaría de convicción frente al futuro. “En una carrera de preparación, choqué a 138 kilómetros por hora. En la clínica me diagnosticaron múltiples fracturas severas, las cuales me harían perder el World Championship que se acercaba en esas fechas e, incluso, podrían significar el fin de mi carrera”, recordó.
A pesar de los resultados iniciales y el hecho de que apenas podía mover sus brazos, a base de convicción, remedios y cuidados, logró recuperarse a tiempo. “Haber conseguido ir a
correr ese World Championship me hace recordar ese momento como uno de los grandes hitos de mis inicios, confirmando así mi fanatismo por el deporte”, dijo.
Europa, familia y preparación
En 2019, y cuando ya se encontraba viviendo solo en Inglaterra, empezó a correr todos los campeonatos FIA y a prepararse para lo que sería la Fórmula 4, sentando las bases para ser piloto profesional. “Mi papá siempre me ha apoyado en esto y ha hecho seguimiento a mi trayectoria. El apoyo de los padres es fundamental en la formación, quienes me inculcaron muchos deportes, aunque el automovilismo era el único que verdaderamente me gustaba”, aseguró Nicolás Pino.
Tras sus pasos por la Academia de Ferrari y la Fórmula 4 británica, ahora llegó a la Fórmula 3 europea. Sus rutinas en esta categoría se dividen en reuniones con el equipo y mucha preparación física en el simulador. “Ahora estoy en Madrid, entrenando en el MSI (Motor & Sport Institute), el mejor centro de entrenamiento que hay en el mundo”, detalló.
Desde la distancia, Nicolás también analizó la competencia nacional. “El automovilismo en Chile es muy de nicho. Si bien hay gente a la que le gustan los autos, no hay tantos medios que valoren la competencia, como sí se hace con el fútbol. Falta cultura deportiva y persiste un pensamiento añejo en esta disciplina en nuestro país, lo que también traba la carrera de nuevos pilotos”, concluyó el joven piloto chileno.
